Hoy hablaremos de la importancia de la psicoterapia como un espacio para pensar porque: Necesitamos Tiempo
La sociedad actual nos impone ciertos valores donde no hay espacio para la tranquilidad, no hay tiempo para tener tiempo, la capacidad de pensar se ve obturada, como así también la claridad en la toma de decisiones. Nos induce a ser prácticos, efectivos, rápidos. Lo cual no es garantía de perdurabilidad o calidad en lo que se construye.
El tiempo y el espacio, dos conceptos que parecen haber sido avasallados en nuestras vidas y que reclaman una reivindicación.
Sus voces se escuchan en las consultas psicológicas, en las calles, en el metro, a la salida de las escuelas, en el trabajo…
Tener tiempo para pensar. Tiempo para integrar experiencias que se suceden unas tras otras sin que podamos metabolizar lo que sentimos ni reflexionar hacia dónde vamos.
Esta vertiginosidad nos lleva a una creencia: que es mejor evadirse y no enrollarnos con las cosas, pero lo que hacemos es vivir en la superficie de las cosas, en la superficie de los vínculos y todo nos agobia.
Podemos llegar a la sensación de que no damos más… y tratamos de recuperar el fin de semana las fuerzas que hemos perdido.
Darse un espacio y un tiempo, físico y mental, es una salida creativa para reavivar nuestra vida cotidiana y futura. Es una necesidad para nuestra salud.
La importancia de la Psicoterapia
La psicoterapia es un espacio al que no hay que temer sino más bien entender.
La posibilidad que da una psicoterapia es la de crear ese tiempo y espacio, necesarios para detenernos a conocer nuestras vivencias, donde podremos lograr una salida creativa a nuestra vida, apelando a enfrentar las situaciones que, de no ser reconocidas, están allí y operan en nosotros provocando efectos.
Lo importante es entender que la relación psicoterapéutica será una relación que deberá orientarse a la construcción de una vida mejor.
Habrá que entender que los valores de la imagen, la inmediatez, el consumo, el olvido, sólo nos dan una salida ilusoria, vacía de contenido, sin raíces en nuestra propia historia de donde arrancamos. Y nos impide sostener una relación más real con nuestro presente, coartando la posibilidad de producir, respetándonos a nosotros mismos.
Por supuesto sin olvidar que cada persona tiene su historia personal, sus características particulares, y que todas estas variables se articulan entre sí de un modo también particular en cada uno.
Es desde una de estas variables entonces que planteo:
Esta vertiginosidad, este apuro por llegar rápidamente a los objetivos, ser eficientes con inmediatez, sin respetar los tiempos adecuados, nos puede llevar a sentir una gran ansiedad.
La ansiedad es sentida desde el cuerpo y luego se transforma en algo que sentimos casi sin poder localizar claramente.
Pero lo que sí sabemos es que nos sentimos mal. Nos sentimos irritables, angustiados, ¿qué nos pasa?
No existe en nuestros hábitos la posibilidad de crearnos un lugar y un tiempo donde poder interrogarnos sobre nuestros sentimientos, ideas, angustias, fantasías, sueños, etc. Solos, a veces, no podemos.
La importancia de un espacio psicoterapéutico
En un espacio psicoterapéutico, se pondrán en juego todos estos malestares, se podrán manifestar con el objetivo de que alguien con una posibilidad de escucharnos y vernos con una mirada profesional, nos ayude a aprender a individualizar nuestras motivaciones, nuestras conductas ante ellas, a reconocer con qué recursos personales contamos para salir adelante, y poder luego seguir nuestro camino, pero de una manera más saludable.
Allí aprenderemos a construir ese espacio interior que necesitamos y que contrarrestará los desafíos inmediatos de esta sociedad, sus demandas y valores obturantes.
Nos podrá aportar un modo de regular esa ansiedad. Esa “ansiedad” que nos parecía casi “natural”, justificable por la sociedad en que vivimos. Pero que, si no podemos detectar y conducir, nos mina la vida.
En definitiva, se trata de aprender a identificar la ansiedad, sus manifestaciones y sus motivaciones, cómo se manifiesta, cuáles son sus raíces, cómo regularla.