El dibujo conforma un lenguaje que, siendo una expresión artística, posibilita representar vivencias u otros tipos de experiencia. Este tipo de representación a nivel simbólico puede condensar todo aquello que motiva al sujeto, sus sueños, ideología y también aquello que le angustia. Podemos decir que es una representación del funcionamiento psíquico de quien lo realiza.
¿Qué enseñan los dibujos?
Para analizar un dibujo siguiendo un esquema psicoanalítico lo más importante es contextuarlo en relación a la historia y a las vivencias del sujeto. El dibujo que realice el paciente proporcionará datos de su evolución psíquica. Interpretando sus trazos, contenido, secuencias, comentarios, gestos, el profesional encontrará una vía de acceso al inconsciente del paciente. Además, a través del dibujo los psicólogos podemos ayudar a elaborar situaciones traumáticas o conflictivas de la persona así como también permitir desplegar su creatividad. Es importante que los niños, y por qué no adultos, dibujen, así como que realicen cualquier otro modo de expresión artística, no sólo por ser una manera de llegar al inconsciente analizando qué circunstancias mueven su mente, sino porque a través del dibujo se va complejizando su psiquismo.